A Ricardo
Hoy encontré en una Antología poética una carta que debió llegar a la tía Bertha, pero por causas que desconocemos quedó olvidada y ahora le pertenece al libro Poetas de una generación 1950-59, de Escalante. La leí. Me considero metiche, aunque no llevo los resultados de mi metichismo muy lejos, es mera curiosidad interna la gran mayoría de las veces o aquella sensación de hormigueo al penetrar en algo que nos es ajeno. Una carta olvidada en un libro es un acto bastante poético: su olvido, su falta de sentido al lado de lo que leemos, y su total sentido en el abandono de sí misma. Le comenté a Memo, con quien trabajo en Filológicas sobre mi hallazgo, y me dijo que la dejara allí, que esa carta le pertenecía al libro, que él había encontrado alguna vez otro en la biblioteca Samuel Ramos, con una carta que decía que aquellos libros (suponemos que eran más pero aquel tuvo el don de la nota), eran donados a la biblioteca para ser aprovechados por los estudiantes, que su dueño se quitaría la vida pues ya no podía más... "La dejé allí", me dijo, "ese libro ya no es sin esa carta. Esa carta es parte de él como cualquiera de sus otras hojas" Así, mi querido Principito, está carta quedó olvidada en "Los parajes sin nombre" Algún día te toparás con ella; sabrás que esas palabras son para ti, pero le pertenecen igualmente a los parajes, y volverás a escribirme en otra parte o apartado: "Cuando uno hombre se pregunta por quién es, se queda sin respuesta" "La poesía es un misterio en ese sentido y por eso es bella" y seguirás "Esa carta es bella porque le pertenece a ellos, aunque halla sido dirigida para mí, aun así la amo."
Quizá equivoco tus palabras o tu rostro cuando leas que ya no sé que decirle al bufón cuando me dice que ya no soporta a Cirro, que a cada rato le pregunta por su nombre, el cual posee pero ha dejado de importarle en los parajes. Ya no sé que decirle, me dice que se siente acosado. Que además, ese sujeto de contador no tiene un pelo, que sospecha que está frustrado de alguna otra materia. "Le pregunté, me dijo" "Mis padres me prohibieron estudiar filosofía" y, continuó diciéndome "¿Qué hago yo con un hijo de mami y papi que no supo renunciar e imponerse al qué dirán de sus padres? Es un hombre amargado. He intentado hacerlo reír y no puedo. Ya sabes que generalmente cuando uno quiere a drede hacer reír a alguien no lo logra, y saca la carcajada cuando menos lo espera y con el comentario más absurdo que pudo ingeniarse. Por otro lado me hace pensar mucho. Los contadores por lo normal se dedican a sus números. Son seres terrenos. No andan como yo: bufón al que se le frustró la poesía, piense y piense y piense. Yo me volví anacoreta para dejar de pensar, y ahora me toca estar al lado de éste, que no sirve más que para quejarse de que no recuerda, y de que el pasado, y que la historia y que su tía en pantaletas..."
Yo no puedo más que reírme ultimadamente de todo aquello a lo que no le hallo solución cercana "Correlo de tu caverna"...
"¡¿Cómo voy a hacer eso?!, soy hospitalario. No te voy a mentir que el hombre me bajó a la tierra tres días antes de alcanzar el nivel Ajuaru de la meditación ¡No sabes lo que es eso! ¡Horas y horas de concentración! Además tuvo la indecencia de recordarme todos mis deseos humanos. Eso quiere decir que mi concentración no ha servido de nada ¿No te conté esa discusión cesuda sobre los personajes y la vida que tuve con él? Sentí que se me fundía la mitad del cerebro después de hablar con él. Fue la peor función de mucho tiempo. Y él además quería mostrarse superior en cada respuesta a mí, como si me importaran las competencias. Lo bueno es que uno aprende de todo. Para usar palabras petulantes: yo soy un sardónico y él un sicofanta... No pienses en el refresco, a ser verdad nunca superó al Crush, ¡ah!, su botella funcionaba como güiro..., ¡qué maneras de perder el tiempo fingiendo música! Yo como ya no me apego a los objetos y sé que tu no tomas refresco más que en días festivos y prefieres jugo con piquete, no te calentará ni enfriará demasiado mi comentario..." Y así siguió. Para esto, Cirro no lleva ni una semana en su caverna... "No lo soltaré hasta haberlo visto en el piso tirado de risa"...
Yo le comenté que no fuera tampoco pretensioso, que igual no era él del tipo de humor del otro... "Igual no eres su tipo", proseguí... "Pero es que..., sí tienes razón pienso demasiado, pero tu tienes culpa de eso" ¿Yo? le dije, ¿y porqué yo? Podrías correrlo si quisieras. Hacerle un mapa de como llegar a la montaña. Darle la vuelta... "Pero si la caverna es chica. Me acostumbré mucho a estar solo. Además es expansivo el hombre. Ha sabido ocupar toda la caverna con sus triques. Me ha dejado un montículo de piedras para mi" Y así continuó. Y pues le diré que medite sobre eso, aunque sé que pensará que me burlo de él. Luego me dijo "He pensado en tratarlo de tal forma mal que se vaya por mi maltrato" Le comenté que no haría semejante cosa, ajena a sus principios. "Los principios uno los cambia a su antojo" No siempre, asumí. Tu tienes un visitante en casa y es preciso que por ti no quede atenderle.
Seguro tú le dirías algo mejor que yo, o de menos le pondrías tu mano sobre el hombro y lo frotarías cariñosamente como sueles hacerlo diciendo "No te preocupes. Todo irá bien" y luego se reirán de darle importancia a algo tan sencillo como esperar a que el tiempo de partir llegue.
No se quedará para toda la vida, le dije. Eres bufón, sabes del humor o ¿ya olvidaste tu también? Aliviana, algo te dejará, por lo menos saber que sicofanta no es alguien que estudia la mente humana mientras bebe refresco de naranja. Se burló de mi simpleza, pero pues ¡bah!, yo no estudié para bufón, de pronto me sale algún chistorete y de pronto gano algún segundo lugar en eso y no me quedo en el quinto, pero bueno. Ya viene la primavera ¿qué tal sigue el frío? Aquí ya empieza a hacer calor. Wow, mira nada más lo que sale a cuento en una carta y yo que más bien quería saber como estabas... Proyecciones, proyecciones.
Abrazos.
P.D Espero te vayas perfeccionando en el francés y en el beso francés, je je..., y que ya te hayas hecho de un aventurario donde pueda mi metiche nariz leer sobre tus andanzas por Paris y Strasbourg a tu regreso.