viernes, 13 de marzo de 2009

Septimo paraje de los días sin nombre

—¡Eh! ¿Estás allí?
—Sí bufón...
Cirro se fue. Dejó una nota.- Querido Bufón (Farfán para los amigos): soñé, soñé que... , bueno, el caso es que en mi sueño se me dijo en donde encontrar lo que quiero ¡Ya sé el camino del que me hablabas! ¡Finalmente lo sé!
— ¿Sabes? Le había empezado a tomar cariño. Recuerdo cuando le pregunté qué demonios hacía un contador publico. Con eso de que los ingenieros dicen que iban a buscar a las contadoras cuando querían algo bueno pero no serio pues, tenía curiosidad. En verdad. A pesar de ser un bufón culto, no sé que hace bien a bien un contador publico. Se río de mi. Al final él me hacía reír más a mi que yo a él ¿Quién lo diría? Él poseía una verdadera sencillez luego de desenmascararlo. Yo no. A mí me cuesta quitarme el disfraz de risa, y por eso mi risa se volvió amarga. Esa vez me respondió de memoria lo siguiente. Me dijo que se lo habían hecho aprender. Tengo fresca su memoria de elefante superior a la de Funes. Ese día citó a toda velocidad como si hubiera estudiado retórica.

Un contador dictamina sobre los estados financieros de una entidad. Maneja el sistema de información financiera y contable como elemento básico para la toma de decisiones. Evalúa la situación financiera de la empresa. Orienta las decisiones administrativas y tributarias de la entidad, con base en la información financiera. Evalúa la actuación de los diferentes departamentos bla, bla, bla, desarrollando programas en los que se pueda fundamentar la planeación positiva. Deberá hacer examen de los registros contables y de los estados financieros para certificar su exactitud. Deberá conocer el marco jurídico legal etc, etc. Deberá conocer, comprender y evaluar las realidades humanas y sociales que influyan en la información financiera.Está obligado a realizar todos los servicios que desarrolla con la más estricta ética profesional... Algo así.


Y luego como si fuera su Padre Nuestro citó algo que denominó decálogo:

Amar la Contaduría Pública sobre todas las otras profesiones
No firmar con su matrícula en vano
Bendecir el 1º de marzo día del contador
Honrar a profesores y compañeros por sus experiencias compartidas
Evolucionar a las empresas
No aceptar contratos impuros
No evadir impuestos pero si eludirlos
No juzgar a los colegas o auxiliares
Utilizar el sentido común
No codiciar los clientes ajenos.

Y le hubiera seguido. Ya había empezado con el juramento JURO POR DIOS Y POR LA PATRIA, cuando no pude evitar salirme por la tangente y decirle: ¡Ea! moralinito y portador de la Fe publica. Entonces ya tengo quien decida por mi de aquí al final de la mi existencia. Así que ustedes liquidan impuestos y todo esos rollos tan "básicos" pero que uno no hace porque ya hay alguien que lo haga por uno. No le causo gracia. Luego lo miré con ojo mordaz y empezó a reírse. Gracias Farfán. Gracias por hacerme ver que no debo tomarme tan en serio.
Parece que fue bueno en eso, según me decía, y yo le dije que como contador de chistes ya soy muy malo. Luego le pregunté de las contadoras y nos reímos aun más.
Me ha dado vueltas la cabeza. Luego de que aprendí a querer al sujeto más enajenado de verse en el vacío, ahora lo extraño a ratos. Aprendió a estar sin leyes ni éticas que seguir. Por lo menos en la cueva aprendió a reírse un poco de esa formalidad, de esa corbata que invisible le colgada del cuello, la que tanto le apretaba.
¿Y por qué ya no abriste ningún libro de filosofía? Le dije. Por que no quería desenfocarme. Por que me agarró la vida y el trabajo y el tiempo y pensé que los otros eran los que me impedían llevar a cabo mi "razón" y mi "lógica". Jamás pensé como ahora me hiciste ver, que realmente no eran los otros los que me impedían hacer las cosas, sino yo el que no quería aceptar que estaba mal, que traía un bloque en mi cabeza. Que quería alcanzar algo a corto plazo. Me volví egoísta, ególatra. Y tienes razón Farfán, la filosofía y la contaduría tienen la ética en común, también la razón y la lógica, y sumadas a lo que estudié harían, además de un compromiso, un humanismo el trabajo en las finanzas ¡Filosofía y matemáticas! Ya sabes luego como se ponía de romántico y tiraba sus discursos parecidos a libro de autoestima personal. Gracias Farfán, gracias... Chistoso el tal Cirro. Pensar que antes odiaba a los sujetos que hablaban así, bajo la nómina de "Y hoy cambié" Igual me estoy dejando llevar por sentimentalismos baratos. Pero ya sabes como soy. Se volvió no tan mala compañía el Cirro ¿O es la costumbre ya la que me hace extrañarlo?
—Yo conozco a un escritor que estudió contaduría. O algo así creí escuchar. Tiene un café, allá donde él vive. Le gusta preparar chocolate Don Gustavo para los amigos. Es un hombre terreo. De pocas palabras en apariencia, pero sincero cuando decide contar una historia de su vida. Lo recuerdo con afecto, a pesar de que por otras causas me alejé de él y de su grupo de amigos. Siempre pensé en él como el más noble del grupo. Los otros hacían bromas de pronto. Lo vi hace poco acompañado por una chica que creo es su novia. Él le prestó un libro a mi madre y yo le presté otro. Alguien con quien salí de ese grupo decía que él era de las pocas personas que lo hacían reír. Reír a carcajadas ¿Te suena Farfán? La única diferencia es que a él no lo vi enojado en momento alguno, y todas las veces que me lo he encontrado es muy jovial. Generoso, buen amigo.
— Sí. Las personas son más sencillas de lo que creemos. Quizá nosotros las hacemos complicadas. Y tú mi niña, has estado triste ¿Di por qué?
— ¡Ay! Bufón, bufón. De pronto siento que los demás piensan que les doy mi tiempo por llenar mi vacío. Porque tengo mucho tiempo libre o realmente no estoy en una dinámica fuerte laboral, ni en la enajenación del mundo que mencionabas y a tantos nos alcanza y nos revuelca si nos dejamos. Y no es así. Pocos tienen la capacidad de ver que es un acto de amor. Que es por compartir, que quizá mi trabajo pudiera ser leer y leer y leer diez libros por semana aunque sólo entienda la mitad. Pero no. De pronto me detengo y digo: existen los otros, los otros a los que amo: mi familia, mis amigos. Si acaso el amor puede concebirse más allá de la carne. Yo por lo menos lo llevo más allá. Pero no. Piensan que realmente tengo tanto tiempo libre y tan pocas "ocupaciones" que por eso tengo para dar y compartir. Yo digo que depende que se considere por ocupación y si sólo ser ejecutivo, trabajar en un despacho, o en cobranza te hace figurar como persona "ocupada". Igual puede decir la señora que contesta el teléfono de su casa "Háblame luego que estoy ocupada", porque su telenovela no ha terminado. O no se quiere perder la escena de como el villano mata al abuelito de la protagonista. Mamá dice que soy muy egoísta, otros que me excedo en generosidad ¿Quiénes están en el extremo, los que me juzgan o yo que no observo el juicio hacia adentro?
— Mi niña ven te abrazo, ven te beso ven te tomo entre mis brazos. Yo soy tu bufón y lo sabes. Yo soy tu bufón que te ama más que ningún otro bufón pues hablo para ti, desde ti. Ven te lleno de besos. Tanto tiempo has negado a tu bufón ¡Quítale la máscara a tu bufón!, ¡ríete con tu bufón! Acepta a tu bufón como él es, para que el mismo suelte la carcajada, como sólo tú lo enseñaste a ser. Cirro se ha ido. Descubrió que quiere algo más que el vuelco de sus recuerdos que no le sirven de nada en este paraje. Ven te abrazo mi niña, ven te beso mi niña. Ven te río entre mis brazos. Yo soy tu bufón amado. Yo soy tu bufón que te ama más que todos los bufones que están por el mundo. Mirame el interior mi niña. Mirame la risa contenida y ríete con ella, o rómpeme si es necesario para que brote toda el agua que guardas por mar. No lo dejes mi niña. No dejes esa parte tuya. Si tu derecha es egoísta y tu izquierda dadivosa o a la inversa, aprende a darte y luego a dar y olvídate de los juicios. Cada quien tiene un juzgado adentro, cuyo juez puede ser tan cruel en la tortura como él desee. Tú no te tortures mi niña, que aquí está el bufón que te ama más que todos los bufones que están en el mundo.

3 comentarios:

  1. Aquí está su bufón niña. Aquí está su risa que envuelve sus llantos. Toda, toda perdida en los laberintos de Erasmo. Yo con mi estulticia y con la risa de taparrabos. Que gusto volver a la red y encontrarme con estos parajes abiertos.

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  2. Me gusta mucho, de pronto siento que las voces están demasiado cercanas y te obliga a 'fijarte' ¿Quién habla? Pero el contenido es muy bueno, yo definitivamente trabajaría en las voces, no sé, más distancia en la construcción dramática de los pjs aunque sean alteregos...

    Besos...

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  3. Me agrada la soltura de las voces, los parajes tienen su propia idéntidad en el maremagnum de ciertos "alteregos", que no necesariamente son posesivos en la sintaxis drámatica.
    Enhorabuena!
    Norma Salazar

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